Hay que aprovechar el tiempo al máximo con las personas a las que queremos, las que son lo más importante de nuestra vida; esas que nos aportan tantas cosas, que influyen tanto sobre nosotros y sobre nuestro estado de ánimo, y hacen que nuestra felicidad dependa de ellos.
Cada momento, cada segundo; es oro. Y con ellos podemos hacer de grandes momentos, grandes recuerdos, que siempre quedarán grabados en la memoria; y al fin y al cabo, nada muere mientras viva en el cajón del recuerdo.
Decirles cuánto significan para nosotros, cuánto les queremos, pero más aun; demostrárselo.
Brindar siempre esa sonrisa sincera; esa que reconforta, tanto en buenos como en malos momentos. O ese simple abrazo, que te llena por dentro y te fortalece. Porque los pequeños detalles son los que importan, los que se hacen grandes día a día.
Estar siempre a su lado, animándoles, apoyándoles en todo momento, toda decisión, porque si de verdad nos importan, ante todo está su felicidad.
Porque de un momento a otro, puedes perder a alguien y entonces te arrepentirás de no haberle dicho todas esas cosas; de no haberle brindado esa sonrisa de ánimo, de complicidad, de apoyo; y de no haberle dado ese abrazo.
Cada momento, cada segundo; es oro. Y con ellos podemos hacer de grandes momentos, grandes recuerdos, que siempre quedarán grabados en la memoria; y al fin y al cabo, nada muere mientras viva en el cajón del recuerdo.
Decirles cuánto significan para nosotros, cuánto les queremos, pero más aun; demostrárselo.
Brindar siempre esa sonrisa sincera; esa que reconforta, tanto en buenos como en malos momentos. O ese simple abrazo, que te llena por dentro y te fortalece. Porque los pequeños detalles son los que importan, los que se hacen grandes día a día.
Estar siempre a su lado, animándoles, apoyándoles en todo momento, toda decisión, porque si de verdad nos importan, ante todo está su felicidad.
Porque de un momento a otro, puedes perder a alguien y entonces te arrepentirás de no haberle dicho todas esas cosas; de no haberle brindado esa sonrisa de ánimo, de complicidad, de apoyo; y de no haberle dado ese abrazo.
Perdemos el tiempo con cosas insignificantes, materiales, somos demasiado superficiales.
Siempre queremos más y más, y cuando tenemos lo que queremos, aun con ello no nos conformamos. Y no nos damos cuenta de que las cosas que realmente nos aportan algo, las que realmente necesitamos, las que verdaderamente debemos valorar, y que están ahí, a la vuelta de la esquina, en nuestras manos, esperando a que nos demos cuenta, no las aprovechamos, y lamentablemente nos damos cuenta de ellas con un duro golpe.
Porque somos así... No nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos.
Siempre queremos más y más, y cuando tenemos lo que queremos, aun con ello no nos conformamos. Y no nos damos cuenta de que las cosas que realmente nos aportan algo, las que realmente necesitamos, las que verdaderamente debemos valorar, y que están ahí, a la vuelta de la esquina, en nuestras manos, esperando a que nos demos cuenta, no las aprovechamos, y lamentablemente nos damos cuenta de ellas con un duro golpe.
Porque somos así... No nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos.
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