Nos martirizamos con nuestras dudas y temores, sin darnos cuenta de que esa verdad que tanto perseguimos, lo que realmente queremos, la respuesta a todos nuestros enigmas, se encuentra en nuestras manos; pero nos complicamos tanto la vida que no lo queremos ver.
Intentamos disimular lo que queremos de verdad por no hacer daño a los demás o por miedo a que si damos de nosotros lo que somos alguien se extrañe y nos deje a un lado en su vida.
Cubrimos con un tupido velo nuestros sentimientos, nos hacemos de hielo, por miedo, angustia, vergüenza o cobardía; mientras se nos encoge el corazón y sin encontrar salida alguna no expresamos lo que nos dice nuestro interior.
Intentamos quedar bien con todo el mundo, y regalamos pequeñas frases, como te quiero, si ti no soy nada, etc... Que tanto dicen y que tanto infravaloramos al decírselas tan a la ligera a la primera persona que se nos cruza en el camino. Palabras que deberían ser utilizadas con conocimiento y deberían salir de nuestra boca en dirección a personas que de verdad lo merecen, que de verdad deben de ser valoradas por diversos motivos y porque han influído tanto en nuestra vida que no nos pensaríamos dos veces el dársela.
No miramos dentro de nosotros, en ese rinconcito donde algo nos dice que nos estamos engañando a nosotros mismos y a la vez a los demás, por simple ética, por caer y quedar bien con todo el mundo.
"Si no te sale de dentro no lo hagas, será mentira" Es mi frase ;)
ResponderEliminar